Es así.

Te espero, ya crecí,
no temo, soy libre,
hoy volví.
Te espero, no llueve,
ya comprendí,
hoy viví.

Nos encontramos, hace ya mucho tiempo pero el tiempo
no sabe leer en el aire, nos hemos amado con palabras
y con obras de esas que se hacen inconmensurables al nombrarlas.
Sin embargo esto que sentimos es una obra de arte tallada
con ese mismo tiempo que no sabe leer pero sí supo escuchar los secretos que nos contamos al besarnos.
En el azul de los días nos sostuvimos y en los grises también.

Te encontré, me encontraste en la aurora de un día que nunca terminó porque yo no quise despertar y por que vos te aferraste a la verdad de esta historia. Valió la pena
y otra vez el tiempo nos guiña el ojo en esta tarde de un verano en que se humedecen nuestras manos, unidas, distraídas, acostumbradas, amorosas...


Bellísima pintura extraída de la web, mis disculpas porque no sé el autor. Ella habla más claro que yo.

Siempre mi Río.

Se me pierde, este hilo sin fin de pensamientos mirándote.
Desde que tengo memoria y aún en momentos de ausencia,
te miro dentro de mí, te pienso en las distancias cortas y
en los infiernos largos.
"Atamá" mi río, mi padre enseñándome a pescar, y yo ¡tan chica y tan feliz!.
El sauce y la playa, la risa de mis hermanos, mi madre preparando un bocado de dulce y pan, y yo, otra vez yo ¡mirando tanta belleza!.

Traspaso del gris.

Hoy que llueve y la humedad hace hinchar las maderas de mi casa,  un cosquilleo renació en mí, hurgué dentro de mis venas y allí seguía ligera y roja mi sangre.
La esperanza se venía abriendo paso para aligerar la carga de mis días, la poesía se hizo cómplice y ya no sabía si escribía o leía, porque escribía con mis ojos y leía con mis manos, una vez más las palabras me resucitaban.
 Hoy la lluvia es agua bendita y el gris del día un bello marco del óleo de mi vida.
Todo era un porque sí.
 Hoy es así. "A caminar, me dije,  que la vida te sorprende, así sencillamente".

Traslúcido.

El viento anuncia el cambio.
El "llamador" gira
y en sus vueltas
destella el dios sol
hablando lenguas ancestrales
una sola palabra...
Paz.

E Va.

Ya encendí las velas para esperarte.

Tu cama queda destendida y tibia.

Las notas musicales, vienen y van

inquietas, ellas se van con vos.

La casa de luz donde habitamos

se anda despidiendo, y quiere obsequiarte

pequeños recuerdos que cuelgan

de tus bolsillos juveniles.

Y nosotros dos, dejamos que el viento

entre para llevarte, abra tus alas

y te deje ser. Ser en otro sitio, donde

puedas conmover con tu música,

con tu risa, con tus manos buenas.

Tienes nuestra bendición,

ahora es tiempo, con todas las fuerzas

brilla, brilla, que el tiempo es

hoy.

Dedicado a nuestro hijo Lucas, que cambia de lugar para realizar sus sueños. Dios lo bendiga y lo proteja. 

Una compañía, 

perfecta, silente e incondicional.

Despierta que la vida hoy

promete sol. Tal vez

quiera solo por hoy

callarse la realidad y

sean sueños los que aparezcan

en este cuadro de la mañana.

Estoy en deuda, me quedé esperando que me visitaran,

hoy como están dadas las cosas, creo que esperaré 

por muy largo rato.

Mi deuda crece, conmigo, con ustedes y con quien quiera

seguir este camino infinito, transparente: las letras.

Mis caminatas por este parque junto al río,

tal vez logren salpicarme con la gratitud

de una poesía.

Por amor a las letras.

En un lugar del mundo, allá lejos entre árboles y cielo, ellos se encuentran durante la semana.
Es el taller  literario, la magia que vienen con las letras logran su efecto.
Por una hora semanal la poesía sana las heridas de la vida, mitiga la mente, acalla soledades.


Admiro tanto lo que la poesía logra en estos talleres literarios donde se rescatan tiempo y espacio.
Un saludo grande a Lu y Sabri, coordinadoras y soñadoras de un mundo mejor.

Por Siempre.

Aquí estoy, en silencio

una vez más la palabra

se prolonga en el cielo

baja hasta mí en un amanecer,

en el río o en una mirada.

Allí estas, entre lo más cercano

tu que eres todo, tú que

lo puedes todo.

Así de cerca te busco

para no perderme

en la tierra de la miseria.

Así de íntimo estás en mí

que estos pensamientos

tienen hilos de tu memoria,

para ser siempre

tú y yo.

Sin hojas, pero con poesía.

Cuídate del otoño, en las calles

se arremolinan las hojas

y ellas quieren llevarse en su furia

la poesía.

Atrapa las palabras,

no permitas que el viento

se lleve en su boca burlona

la ingenuidad del poeta

que habita en ti.

Sin Lunes.

Mis días tienen tu nombre,

no importa si dicen los demás

que este día se llama lunes.

Tarde, pero seguro.

No llegué, por que todo lo que hice me llevó demasiado tiempo,

entretuve las horas jugando al derecho y la revés.

Casi no me dí cuenta que ya no eran horas pasadas si no años.

Hasta el río me visitó, era sonriente, y cautivante.

El sanador de enfermos ya no podía curarme, era tan extraño que hasta yo podía ahora renovarle la esperanza con gotitas en los ojos.

Horas convertidas en años y sigo jugando sin perder, eso creo. Gané el jazmín que trepa vigoroso por la pared, el tejido hecho trama de vida, el sabor y aroma del pan caliente. Gané, de las risa las mejores y de la verdad la más transparente.

El tiempo me esperará, para que yo crea que las horas son buenas conmigo.

Viviendo vidas imaginarias.

"Estas memorias o recuerdos son intermitentes y a ratos olvidadizos porque así precisamente es la

vida. La intermitencia del sueño nos permite sostener los días de trabajo. Muchos de mis recuerdos se han

desdibujado al evocarlos, han devenido en polvo como un cristal irremediablemente herido.

Las memorias del memorialista no son las memorias del poeta. Aquél vivió tal vez menos, pero

fotografió mucho más y nos recrea con la pulcritud de los detalles. Este nos entrega una galería de

fantasmas sacudidos por el fuego y la sombra de su época.

Tal vez no viví en mí mismo; tal vez viví la vida de los otros.

De cuanto he dejado escrito en estas páginas se desprenderán siempre —como en las arboledas de

otoño y como en el tiempo de las viñas—las hojas amarillas que van a morir y las uvas que revivirán en el

vino sagrado.

Mi vida es una vida hecha de todas las vidas: las vidas del poeta"

El prólogo de " Confieso que he vivido" siempre lo recuerdo de una forma especial, el poeta que vive tantas vidas como la imaginación le da permiso.

Por siempre Neruda.

Spinetta, para siempre.

La adolescencia dolía

y la música del flaco

sanaba con su poesía

esa incomprensión, esos

caminos infernales

de días de escuela,

de sueños incumplidos.

La poesía construía un puente

desde la locura de los días

hacia la libertad del alma.

Gracias Luis Alberto Spinetta por tanto arte.

Chau, hasta pronto.

Roxana.

Entre los árboles.

Estaba pensando y quise dejarte un nombre nada más.

Puedes llamarte sol o cielo, trueno o tierra, así puedes llamarte mas yo quise ponerte como nombre"...", es el tuyo el que todos pronunciarán cuando quieran hablarte, cuando quieran llegar hasta tu vida de sol y cielo, de trueno y tierra, se quedaran mirándote como si vieran un ángel, dudaran si eres terrena, dejaras en los corazones un recuerdo dulce y persistente, inolvidable de quien sabe desde el principio los atajos que tiene el mundo, esos que pocos quieren tomar por que son estrechos. Te dejo en herencia este nombre para que quien te llame lo repita como la canción que componen los árboles en el bosque, así de fresco, así de fuerte, así de etéreo.

Ismael Serrano - Como La Cigarra

En homenaje a María Elena Walsh, que sepamos descubrir como ella ese darnos cuenta de los acontecimientos mucho antes de que ellos nos lleven por delante.

Y si me permiten: Felíz Cumpleaños Luci!!!