domingo, 7 de agosto de 2011

Una profesión, la vida.


Que vuelen tus sueños sobre las alas de la aurora, que este nuevo camino dueño de tu esfuerzo,
sea como un atajo de fresca enredadera que da sombra y descanso en un día de verano.

Felicitaciones hija, celebro con el universo quien sabe bien lo agradecida que estoy.
Todo comienza así: con los brazos abiertos y los ojos espectantes con el asombro de un nuevo amanecer, sabes de sobra que estoy aquí, siempre.

10 comentarios:

  1. Bellisimas palabras que la acompañan y la arropan en cada paso, en cada sueño alcanzado... en amor mismo que nace y funde el corazón y la mirada en esperanzas nuevas. Es un logro y un orgullo querida Roxana... felicidades por ello.

    Mi abrazo infinito a las dos!!

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  2. Luci ♥
    Huele todo a manzanilla aquí !
    No quiero llorar, nosé que decir ... Solo que voy a estar a su lado y que estoy muy felíz!
    :) Las quierooooooooooo ♥
    Gitana ♥

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  3. Gracias Ma!
    Que hermosas palabras me regalas, cargadas de dulzura.

    Un abrazo enorme!

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  4. Mis felicitaciones a las dos, a tu hija por ser merecedora de ellas y a ti por decírselas. Un abrazo

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  5. Muy bellas palabras. No hay nada comparable a ser madre.
    Besos

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  6. Es cierto la vida es una profesión, pero hay que saberla ejercer y bien.

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  7. Estupendas, siempre las cosas que nos dejas.

    Saludos y un abrazo.

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  8. Felicidades a las dos, con una bonita profesión la vida y sobre todo saber vivirla.
    un abrazo.

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  9. Hola Roxana,gracias por tu comentario en mi blog.
    Felicitaciones a tu hija por su titulo de Psicologa. La verdad que si es una emocion ver a los hijos y sus logros,yo tambien sigo emocionada y creo que me durara muchos dias mas...
    Te envio un gran abrazo y felicitaciones!

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  10. y seguirá avanzando y, a veces, se alejará de ti, o eso te parecerá, porque los hijos no son nuestros, vienen a través de nosotros y nosotros estamos aquí sólo para enseñarles a volar con sus propias alas y a abandonar el nido para seguir volando, lejos de nuestra mirada, aunque nuestros ojos cómplices los sigan, pero sin intentar aprisionarlos jamás. Besines y felicidades a ambas, por volar.

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