Escuché con mi alma todo lo que tenías que decirme. Es la única forma que se puede atrapar la música que trasmites con tu ser. Pero no solo yo sé oírte de esta manera...
Yo también quiero emocionarme al escucharlo ! La próxima, si ? Ahhh ... Y Pincho, deleitándose a su lado ! que bonitooo! :) Un beso de Gitana , mi querida Rox
Unas claras notas hicieron vibrar tu alma, el oído puente hacia el alma para escuchar el grandioso sonido del cello y los ojos para leer las hermosas palabras que escribís. Gracias má pero la próxima avísame así me produzco un poco jeje. Besos.
Los animales saben escuchar muchas cosas que muchos humanos inhumanos ya no oímos. Tú escuchabas, el gato, también. Y el viento, y la sal. Besines, Roxana.
Algunos sonidos tan sólo se pueden escuchar con el alma....
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ResponderEliminarYo también quiero emocionarme al escucharlo ! La próxima, si ?
ResponderEliminarAhhh ... Y Pincho, deleitándose a su lado ! que bonitooo! :)
Un beso de Gitana , mi querida Rox
La música vincula los sentimientos.
ResponderEliminarte deseo una feliz semana.
un abrazo.
Muy bonito!
ResponderEliminarSaludos! :)
La música hay que escucharla así, con los oidos del alma. Un saludo
ResponderEliminarHay muchas formas de escuchar y conectarse en la misma frecuencia... en la que sólo el alma reconoce. Que bella capacidad querida amiga.
ResponderEliminarMe encanto leerlo
Mi abrazo infinito hoy y siempre
El chelo tiene una sonoridad muy profunda. Es uno de mis favoritos.
ResponderEliminarFeliz fin de semana
Besos
Escuchar con el alma es lo que deberíamos hacer siempre.
ResponderEliminarBesos.
Este es tu otro yo???? ;))
ResponderEliminarBesazos enormes
Unas claras notas hicieron vibrar tu alma, el oído puente hacia el alma para escuchar el grandioso sonido del cello y los ojos para leer las hermosas palabras que escribís. Gracias má pero la próxima avísame así me produzco un poco jeje. Besos.
ResponderEliminarLos animales saben escuchar muchas cosas que muchos humanos inhumanos ya no oímos. Tú escuchabas, el gato, también. Y el viento, y la sal. Besines, Roxana.
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