Era una pareja de mendigos
nadie quería verlos pasar
se las ingeniaban para recorrer
toda la ciudad.
Se los veía en el centro,
en la avenida o en el hospital.
Dejaban un mensaje a diario
que quema en los ojos, arde en la
garganta, y aprieta en el corazón.
Demuestran airosos su lucha,
a pesar de los ojos que no
los quieren mirar.
No sé si luchan o simplemente sobreviven a un mundo que se niega a verlos.
ResponderEliminar¿Cuál es el mensaje que dejaban a diario?
ResponderEliminarnadie lucha si dos no quieren...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
A veces no ver lo que pasa enfrente, ignorar los latidos que corren de prisa por la ciudad, aleja... ausenta de aquello que día a día deja testimonio de lo que es "vivir".
ResponderEliminarAsí pasa a veces.
Lindo querida amiga
Un abrazo fuerte...muy fuerte.
No sé que ocurre con nosotros.
ResponderEliminarLos mendigos parecen transparentes para nuestra mirada.
En que nos hemos convertido?
Besos.
Hola Roxana: Como quiera que a mi hija se le acabó el permiso de maternidad mi mujer y yo tuvimos que irnos a su casa para cuidar de los chicos y ya conoces el dicho “O TIENES EL CHICO O PELAS PATATAS” y yo como me gusta más tener el chico pues es lo que he hecho jugar con los chicos pero esto me ha obligado a dejar abandonado el mundo bloguero.
ResponderEliminarDurante lo que resta del mes de julio y agosto estaré fuera de casa por lo que también estaré lejos de mi ordenador.
Deseando que también te lo pases de PM para arriba, te dejo un fortísimo abrazo.
Los mendigos no solo piden para comer también piden amor que es lo que más nos cuesta dar