Resbala en la calle la sombra de mi talle y el tuyo.Abrazados marcamos un dibujo sensual
y los adoquines son testigos
del compás entre dos corazones.
La noche ha visto nuestros cuerpos
sin límites traspasando los sentidos
en una milonga de arrabal.
Nos sorprende una luz
celosa al ver tu sombrero
cubriendo mi rostro
al decirte bajito: bailemos
y con besos veremos llegar la aurora.
Me he imaginado la escena, digna de las mejores películas del cine en blanco y negro.
ResponderEliminarYa no quedan noches como esas, momentos en los que sólo la calle y la música interior acompañan a dos cuerpos bailando.
Ya no quedan sueños como esos.
Cuídate.
La pasión de tus palabras son como el tango, traspasa fronteras y llega hasta los corazones.
ResponderEliminarBesos
Bella estampa... un momento, un sentimiento y un tango para dos, me has transportado querida Roxana.
ResponderEliminarHermoso como siempre!
Un abrazo fuerte muy fuerte
Y se mueven los pies, al compas de unas manijas del reloj que se mueven...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Adoro el tango y la imagen que has puesto y tus letras precisas que me han trasladado a un tango trasnochado que bailé hace un tiempo y que se quedó a vivir en mi. Gracias.Me ha encantado, Roxana.Un abrazo entrañable y tanguero para ti.
ResponderEliminarHola Roxana: Tanto a mi como a mi mujer nos gusta el tago un monton, la imagen que has puesto me trae recuerdos de juventud muy gratos, ¡Gracias por ello!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo