Setecientos, novecientos, mil, minutos, horas
en un compás de espera.
Hoy vuelvo a tener esperanzas.
La tierra devela secretos.
Me dice en su ardor y humedad
cuantos aromas colores y fueguitos
tiene aún para dejarnos en el alma.
Atesora tibieza de pura vida
Para beber sonidos de viento
acunando niños en los vientres.
Fotografía: Madre Tierra de Van García.
El poema tiene mucha carga... y la foto excepcional.
ResponderEliminarCuídate.
Pero qué bonita saliste en esa foto.
ResponderEliminarMe refiero a la fotografía de tu perfil. ¿Seguís enojada conmigo? :(
ResponderEliminarFuerza y palabras en conjunción, hermoso!
ResponderEliminarUn abrazo querida Roxana, como siempre todo un lujo leerte.
Me encantó Roxana. Soy una firme creedora en el poder de la Madre Naturaleza y de la maravillosa sensación de tener un hijo. Muy bello.
ResponderEliminarAbrazos
Me ha conmovido esta entrada hasta las entrañas.Gracias Roxana.Un abrazo
ResponderEliminar:)
ResponderEliminarNo hay nada más bonito.
El milagro de la vida.
Besos.
Madre tierra, pariendo al hombre, no sabías lo que hacías...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
PUes entonces entiendo todo lo que has escrito ;))
ResponderEliminarY que hay mejior que eso???
Besos empedernidos