Miro tus manos y me recuerdan tus luchas
Ahora sólo escuetas para revolver con la cucharita el té con leche.
Tus manos,no quisieron quedarse cómodas en almohadones de seda.
Siguieron resueltas la carrera de labor y renuncias, por qué?.
Tal vez por ser ese tu destino o por ver en esos ojos pardos la compañía de tus sueños y así te aferraste a su espalda.
Tus ojos ausentes miran ahora el pasado,olvidando vidas y nombres, hasta el mío.
Así en ese mundo de sombras vives y duermes el ensueño de ser niña otra vez.
Me pides que te cuide de bruscos ruidos e imprudentes espectros.
Sí, descansa mi dulce niña, que cuidaré tus desvelos como tú hiciste con los míos.
Vamos toma el té, yo me quedaré a tu lado para ser centinela de tus recuerdos, y mañana...mañana.
En mi madre que como tantas mujeres saben de renuncias para lograr un mundo mejor, mi homenaje a todas las mujeres en su día.
Que hermosura de relato. Yo estaba escribiendo mi próxima entrada también pensando en mi madre. El nombre que llevamos es muy importante y casi siempre lo eligen ellas. Es bellísimo que estés a su lado para recordarle el nombre que ella misma eligió para ti.
ResponderEliminarBesos
Un beso. Un bello poema. El mejor homenaje
ResponderEliminarBellisimo poema, precioso y muy sentido tu homenaje
ResponderEliminarGracias
Aplausos en su día para ella.
ResponderEliminarSaludos.
Que bella prosa poética...un abrazo de aqzpeitia
ResponderEliminarEs que una madre, vale un mundo, vale un cielo lleno de estrelas...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo enorme.