Todo los caminos, no importa si he de sufrir en la tentativa.
No quiero quedar sin intentarlo, cobro nuevas fuerzas,
Me instalo con el primer empujón, y allí voy.
No dormiré sobre arrebatos inocentes.
Aunque me tome toda la vida, diré lo que me dicte la conciencia.
Daré puñetazos en el aire, gritaré mi indignación.
Nada puede acallar la voz del poeta.
Seré la garganta de quien quiera expresar la libertad arrebatada.
¿Quién es dueño de esa libertad?
Las palabras que golpean insensibles culpables, esas son las dueñas de la Libertad.
*Foto de la costa del Paraná, los pescadores dejan sus canoas, a la espera de un nuevo día.
Gran proclama y me solidarizo con tu posicion.
ResponderEliminarUn abrazo
Un poema muy bueno
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