martes, 23 de noviembre de 2010

Costeando días.


Este año se ha quedado con las huellas de mis manos, los pasos más urgentes y la piel de mi rostro.
Le dejé en un descuido el esfuerzo de un año de trabajo, esas cuatro canciones de Ismael que repito de memoria por que me identifican y el paraguas que olvidé en un escritorio de la oficina de Rentas junto con mi risa de las mañanas.
A este año le regalé la humedad de mis lágrimas y en los meses de Escorpio y Cáncer encendí velas desesperadas a los astros, de igual manera ellos me dieron la espalda.
Se durmieron rostros que no conocí y se despertaron otros que olvidé pero de igual modo volví a confiar en la mirada recién llegada.
Este año me dolió y seguro que a ti también cuando descubrimos la misma injusticia de siempre,
la soledad de tantos y la lluvia mojando a los que menos tienen.
El verano casi comienza, su aroma se sube a la cabeza, embriaga, me desespera y quiero finalizar con este debe y haber de un año que pasó.
Tal vez el mejor o el más extraño, el más alocado, el más vertiginoso.
Yo sigo aquí, con la nostalgia a cuestas, mientras tanto ¿ quién sabe qué es el tiempo?

sábado, 20 de noviembre de 2010

Es tiempo de premios.




Llevan nuestras miradas y
dejan en la vida, como una lluvia
de primavera, el perfume del futuro que nos prometieron
el día que nacieron.
Aprietan corazones de puro amor.
¿Qué puedo decir ante las puertas
abiertas de sus vidas que completan la
historia que ronda la nuestra?
Solo gracias a Dios.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Desde el cielo

Para vivir desde un asombro
vasta con abrir los ojos,
estirar los brazos,
o solamente dejar que sin previo aviso
se desborde en vivencias
ese espíritu que Dios sopló
algún segundo atrás en la eternidad.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Me quedo aquí.

La tinta no secó y en palabras
dije muchas cosas
pero en mi corazón todavía queda
tanto que decir
no me voy... me quedo aquí
Y si no, no aprendimos la lección.

Estamos aquí Gustavo, guardián de la música,
sobre tu almohada cae una lágrima junto con la gratitud y tanta admiración
y la espera de verte en un nuevo día.


jueves, 11 de noviembre de 2010

Felíz Cumpleaños.

Un sí, a respirar a tu lado
y un año para que me vuelvas a prometer
vivir por siempre con mi aire.
Mi promesa la dejé por escrito
debajo de unas piedras
en los comienzos del mundo.
(honrando la vida, gracias por siempre
12 de Noviembre)

lunes, 8 de noviembre de 2010

Ojeando.

¡Cuidado! que están en libertad
las ideas más tristes.
Ahora vienen a buscar a esos pobres
crédulos que llevan de amuleto
unos pocos libros rancios

que hace tiempo cayeron en desuso.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Como oro en paño.

De tantos recuerdos se quieren quedar sobre tus ojos
los más felices entre esos que revives de tu niñez,
canciones malagueñas herencia de tus padres.
Te ríes y pareces una niña con tus más de ochenta años.
Te miro y recorto imágenes de tus luchas para que me den valor
cuando estoy hundiéndome en miserias humanas.
Tienes dos heridas de muerte en tu corazón, pero has fortalecido tu alma
y llevas ese luto por dentro, de una forma íntima que me hace admirarte
más aún.
No, no te pongas triste, aquí estamos tratando de cuidarte
como oro en paño, no queremos que sufras pero no podemos
evitarte soledades.
Hay seres que recorren mi vida con una luz especial, una de ella eres tú mi Tere.
Desde que te conozco me has enseñado tanto, hasta el secreto más secreto de la pizza,
que gracias a tus esfuerzos de buena maestra cocinera pude aprender y hoy me jacto
de preparar la más rica pizza casera.
Dejas en mí ejemplos que me fascinan.Tienes el alma joven, el paso lento pero ágil,
la palabra adecuada y con más lucidez que yo me hablas como cuando te conocí, siempre
segura y pronta a ayudar al que lo necesite y sigues enseñando cuantas veces regar los
helechos, como preparar la sopa o armarse de paciencia ante los momentos difíciles que se presentan.
Es una vida simple, pero es la más importante, lejos de Wall Street, Fidel o la inflación de
octubre.
Tu mundo es cálido y tierno hoy sin corridas horarias ni trabajos agobiantes, te cuesta comprender el poco tiempo que nos queda para compartirlo contigo, es que este mundo nos persigue para arrebatarnos el alma y nosotros peleamos por no ser presa de tanta pequeñez humana, y es ahí donde vienes comprensiva a aliviar esas pesadillas cotidianas.
Estas a mi lado y doy gracias a Dios por ser ese espejo claro donde siempre me quiero mirar,
y estoy segura que todos en esta familia se disputan el puesto de estar pegaditos a vos para
gozar de tu palabra de amor por siempre.

A mi querida mamá prestada por una vida, a la mamá de mi esposo, gracias y a seguir que
no llegamos aún ni a la mitad.

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