En la inmensidad del cielo azul
hacía equilibrio un sueño viejo,
luchaba, no quería
caer al precipicio.
Se aferró a ilusiones
y se puso alas de águila.
¡Qué pena! cayó igual,
ya no es un sueño, ahora es
una triste realidad a quien nadie llama la atención.
Nunca quiso arriesgarse y el espiral
de mediocridades se adueñó de él.
La ciudad de ruidos no permitió
que los sueños sean sueños.
Como un angel caido...
ResponderEliminarBello poema.
Un abrazo te dejo.
Los hombres no lo permitieron ...
ResponderEliminarAlgunos viven de sueños , otros viven para sepultarlos .
Un beso mi dulce Rox :)
Este poema me ha dejado KO.
ResponderEliminarMe he visto en él.
Besos.
El equilibro está en aquello que no revienta...
ResponderEliminarComo siempre un placer haber vuelto a tu casa.
Saludos y un abrazo.
El reflejo de los viejos sueños en aquellos edificios que siempre acaban cayendo.
ResponderEliminarParece que nunca somos capaces de cimentar bien los sueños y hacerlos crecer. ¿Será falta de riego o exceso de realidad?
Cuídate.
Hola, Roxana, llegué a tu blog por un contacto en común. Me pareció muy bueno "equilibrio". Voy a seguirte.
ResponderEliminarAprovecho la oportunidad para invitarte al mío.
Un saludo desde Argentina.
Humberto.
www.humbertodib.blogspot.com
y si el destino de ese sueño hubiese sido en el campo? se perfumaría de eucaliptos..
ResponderEliminarUn abrazo grande Roxi
Hola Roxana: Bellopoema, a pesar de todo hay que seguir soñando, y luchando por que nuestros sueños seanrealidad sin que los ruidos del mundo los destruyan
ResponderEliminarUn abrazo
Quizás algún día pueda escapar de esa ciudad y elevarse en lo salvaje...
ResponderEliminarun saludo desde muy lejos!