Neruda y todos los poetas.

Sabes, las palabras son hoy, esquivos pájaros que vuelan y se llevan a otro mundo lo que quiere mi corazón decir.

Esos versos se esconden en solitarias cavernas entre las montañas lejanas, seguros ocultos para que yo no los halle.

Trato de adivinarlas cual hechicera, contemplando los astros, esparciendo perfume de madreselva, pero la poesía se escapa tras la noche, se disfraza de oscuridades y así desaparece.

La poesía que habitaba en mí hoy se fue, entre tanta pena humedecida floreció el espíritu de Pablo, ese chileno con voz ronca, gorra de costado y pipa, tan enamorado y dueño de sueños, la esencia de mi alma bañó de luz todo a mi alrededor y supe que la poesía estaba en mí, entre mi pensamiento y la poesía del mundo entero.